El pasado día nueve del actual se cumplieron cincuenta años de la muerte de
Pío XII y en el contexto de esa conmemoración, el líder de los católicos de nombre artístico Benedicto XVI propuso su beatificación, como le llaman al proceso previo a nombrar "santo" o "santa" a alguna persona. Ahora
trasciende que el Papa se niega a visitar Israel porque en el Museo del Holocausto existe un epígrafe que afirma que: "cuando los informes sobre el Holocausto llegaron al Vaticano, Pío XII no reaccionó ni con protestas escritas ni verbales, que en 1942 no se asoció a la condena del exterminio formulada por los Aliados y que tampoco intervino con respecto a la deportación de los judíos de Roma a Auschwitz."
Benedicto XVI está en su derecho de ir o no a Israel, pero más útil sería para la comunidad Judía y para la iglesia que Ratzinger representa, que aportara documentación, cualquiera que tenga, cartas, memorias, apuntes etc. que desmientan lo que dice el epígrafe del Museo. Con eso bastaría para echar por tierra esas afirmaciones...a menos claro, que no exista ninguna.
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