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martes, 28 de octubre de 2008

La culpa.




"Qué pena que beber agua no sea un pecado. ¡Qué bien sabría entonces!."
Giacomo Leopardi.




¿Pero, si me como un chocolate? inquirió...

-comer un chocolate no es pecado.

El cura daba muestras de impaciencia...

-¿ni aunque sea un placer en solitario?

-¡no!, tú puedes comerte un chocolate o un pastel en solitario...

al tiempo que afianzaba el glande con el puño derecho como había descubierto que era de mayor gusto, bajando y subiendo la mano sin disminuir la presión y alzando ligeramente el dedo índice para que rozara con el frenillo, le asaltaban de pronto las admoniciones del padrecito y perdía momentáneamente la concentración, lo que se reflejaba de inmediato en la erección...

-¡concéntrate cabrón, una cosa a la vez...!

-¡masturbarse es un placer egoísta que además desperdicia la valiosa semilla que Dios puso en nosotros!-

ya no quizo provocar más el disgusto del cura pero qué ganas tuvo de decirle que si entonces cada vez que eyaculara debería de engendrar un hijo y que si decidió tener nada más dos hijos sólo tenía que eyacular dos veces y que si además tenía que estar casado y que si él no tenía planes de casarse y que...pero lo que más, más que nada lo molestaba era que él ahí estaba encerrado en el baño con los calzones abajo jalándose la verga, mientras diosito allá arriba segurito lo estaba viendo.






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