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lunes, 30 de junio de 2008

¿Ortodoxia?...o deplorable atraso.

El periódico mexicano "El Universal" publica hoy una nota del diario hebreo "Yediot Aharonot" donde se da cuenta del deplorable y hasta risible atraso que los judíos ortodoxos, ultraconservadores ellos acusan cuando pretenden prohibir los reproductores de música y video ya que los consideran tecnologías diseñada para pecar ya que propician la tentación. Digo que hasta risible si no fuera en verdad dramático ya que seguidores fanáticos de esta superstición religiosa han destruído vitrinas de tiendas que comercializan los aparatos. Yo, como el poeta prefiero vencer a la tentación sucumbiendo de lleno en sus brazos.

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jueves, 26 de junio de 2008

A PROPÓSITO DE EL GALLO HUIDO DE D.H. LAWRENCE

Mario Alberto Sánchez Carbajal
Escritor - Colaborador


III

El campesino propone resguardar al hombre muerto (Cristo) en su casa, a pesar de tener el presentimiento, casi certero, de que el encubrimiento traerá consigo problemas: “El campesino miró atemorizado a su alrededor, preguntándose malhumorado por qué se había prestado a algo que presagiaba fatalidad. El hombre de los pies heridos […]. Notaba la frescura de seda del trigo joven bajo sus pies, que habían estado muertos, y percibía la aspereza de su vida independiente.” ¿Independiente?

Y lo pregunto porque en otros textos nos hemos remitido al significado de los símbolos, pero en esta ocasión la palabra misma tiene un peso plomizo sobre la historia. La definición de la palabra independencia según el diccionario de María Moliner: se trata de un adjetivo aplicado a cosas separadas de otras cosas o sin relación con ellas, es decir, sin dependencia respecto de otras cosas. Cuando se habla, entonces, de vida independiente, se trata de que quien vive se ha separado de aquello con lo que se relacionaba. Así nos percatamos de la confirmación de esa primera negación a partir del miedo, pero esta vez es definitivo, pues quien tiene vida independiente está mostrando que se ha librado del yugo de aquello con lo que tenía una relación necesaria. Jesús está negando la religión. Podría parecernos paradójico, pues cómo negar eso que él mismo prodigaba y de lo cual fue encabezado, encabezado, en este caso, como el de un periódico que se olvida al día siguiente cuando uno nuevo llama la atención. La negación como independencia y el arrepentimiento de su error son ineludibles.


Así es que el campesino y el hombre llegan a una casa humilde construida de arcilla. Allí adentro, el campesino y su mujer ofrecen comida al “maestro”, éste come solamente para sustentar la vida, pues el deseo está muerto en él, todo lo que lo rodea, incluso lo que está dentro de su alma es una absoluta desilusión. Los campesinos, obligados por el temor causado por aquella imagen del hombre levantado de la muerte, hacen todo lo posible para que aquél esté tranquilo, enredado en la comodidad que se merece. Pero ante la inminente oscuridad de la noche antes de dormir, muy similar a una tumba, Cristo se siente aterrado y prefiera salir y tenderse sobre la hierba del patio. La mujer del campesino lo mira aterrada, como si tuviera en su patio a un muerto verdadero. Lo mira con ese terror que aun actualmente causa la imagen de Cristo, ya sea en la cruz; ya sea, bajado de ella.


Al día siguiente “El hombre que había muerto observaba el gran impulso en la existencia de las cosa que no habían muerto, pero ya no veía su trémulo deseo de existir y de ser.” El desencanto es completo, al puro estilo de los personajes de Onetti en Tierra de nadie: permanecer vivo es ir pudriéndose en vida poco a poco e irremediablemente. ¿Será que después de la muerte, para aquellos que creen, lo prometido es puro desencanto, como le sucede aquí al mesías? Si es así, entonces lo prometido es peor que el sacrificio en vida para alcanzar lo prometido; entonces no vale la pena creer por la promesa de otra vida. “Yo no lo sé de cierto, pero” me parece un buen punto para armar una discusión o pensar ensimismado buscando respuesta.


Todas las mañanas, el hombre sale a tenderse al sol, y el astro es el único elemento que le infunde un poco de vida, de ánimo. En una de estas visiones del mundo vivo, Cristo lleva su mirada hasta topar con el gallo dentro del corral y amarrado de una pata. Es entonces cuando Lawrence evidencia un enfrentamiento entre la vida y la muerte, una clara división entre opuestos complementarios: “Y nunca el hombre que había muerto veía sólo al ave, sino a la breve y nítida ola de vida de la que el gallo era cumbre. […] Al hombre le parecía oír el extraño discurso de la vida, mientras el gallo imitaba triunfalmente el cloqueo de su gallina favorita.” El encuentro entre la vida y la muerte es claro, sin embargo no es sólo esto lo que el escritor quiere mostrarnos. En un texto anterior hablamos de que el hombre envuelto en el sudario niega su propia muerte, justificándose con el hecho de que lo habían bajado demasiado pronto, asimismo comentamos que uno de los significados del gallo, en tanto símbolo, es la actividad. Y en este momento la actividad del gallo se nos presenta como la vida misma, así queda claro porque, a pesar de la negación, Lawrence sigue llamando a Cristo el hombre muerto, pues en el enfrentamiento de la vida con la muerte nos percatamos de que sólo se hace referencia al funcionamiento físico, es decir, Jesús está vivo porque puede mirar y sentir el mundo que lo rodea, porque camina, habla, escucha e incluso come lo necesario para resistir. Mas, por otro lado, está muerto porque el ánimo ya no le funciona, porque ese soplo que es el alma está recostado sin esperanzas en el lecho desde donde se mira el andar perenne de la vida, es un Cristo desilusionado que está vivo pues el cuerpo funciona, pero la ilusión ya abdicó a su trabajo. Es tan humano que entristece. Con esto Lawrence niega el sacrificio de Cristo por la humanidad y por lo tanto se niega el amor prodigado, y entonces, como bien dice Villoro en el prólogo a este cuento: Jesús no nos ofrece el amor sino el cadáver del amor. Y finalmente es eso a lo que nos enfrentamos en las iglesias, pues quienes van no dialogan con el muerto sino con un cadáver, y los hemos visto besarle los pies al cadáver, hablar con el cadáver, prometer al cadáver, vender la voluntad entera y poner la vida en manos del cadáver. ¿Quién no los ha visto con ese dejo de tristeza que da ver a nuestra especie humillándose?


Es esta misma escena Cristo mira al gallo moverse hasta los límites marcados por la cuerda amarrada a la pata; lo mira estirar todo su plumaje intentando alcanzar a su gallina favorita. Pero el gallo desiste y rendido se echa en un rincón. Por la noche, la gallina se acerca entregándose y Jesús los ve aparearse, una vibración de plumas confundidas que se trastocan en la imagen del “borde de una ola de vida superpuesta a otra durante un minuto, en la marea del ondulante océano de la vida.”.


Al atardecer el campesino regresa para darle la noticia de que ya se han percatado de que el cuerpo no está en la tumba, que lo han robado y los romanos ya están enterados y en su búsqueda. El maestro le contesta que debe guardar silencio para estar a salvo. Y al ver la figura del campesino, su aspecto estúpido, carente de fuego, sin brillo, de polvo ((el hombre que había muerto pensó: “¿Por qué, entonces, habría de elevarse? A los terrones se los revuelve para que se aireen, no se los eleva. Dejemos que la tierra siga siendo terrenal, y que el cielo decida por sí mismo. Me equivoqué al elevarla. Me equivoqué al tratar de inmiscuirme. La reja del arado de la devastación penetrará en el suelo de Judea y revolverá la vida de este campesino como la tierra del campo. Ningún hombre puede salvar a la tierra de la labranza. Es labranza, no salvación…”)). Esto evoca el hombre mientras mira la figura enteramente terrenal del campesino, y se da cuenta de que su intento por redimir el mundo no fue sino un ensayo fallido; deja la soberbia a un lado y cada vez es menos divino, se incorpora a la humanidad renunciando a aquella megalomanía de cuando predicaba lo que ahora reconoce como un error. Jugó con el mundo, se equivocó y ahora cae a la tierra, desgajándose, junto con su soberbia.

Al día siguiente el hombre que había muerto se levanta para dirigirse hacia el huerto donde está la tumba vacía. Mira a una mujer nerviosa vestida de azul y amarillo asomándose al hueco en la tierra. Ella vuelve la mirada hacia él y grita “¡Se lo han llevado!”, a lo que Cristo replica pronunciando un nombre “¡Magdalena!”…


miércoles, 25 de junio de 2008

Pingüe negocio (o... la ignorancia siempre ha sido redituable).

El periódico mexicano "La Jornada" publica un reporte sobre la situación patrimonial y solicitudes de adquisición de inmuebles por parte de diversas supersticiones religiosas organizadas (iglesias) en el que queda claro por un lado, la enorme capacidad económica que estas empresas adquieren a través del ejercicio de su actividad, y por otro lado, que la llamada iglesia católica va paulatinamente perdiento clientela frente a otras opciones que, conscientes de que su objetivo es mercantil, han tenido mayor capacidad de allegarse adeptos.

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lunes, 23 de junio de 2008

Lamentable pérdida.

El día de ayer dejó de existir el actor, escritor y comediante George Carlin, un artista que a través de su talento logró realizar inteligente crítica a temas difíciles especialmente las religiones y la creencia en dios.

Su habilidad histriónica y creatividad le permitieron abordar con fino e intenso humorismo las creencias irracionales y poner con claridad lo absurdo de creer en un dios omnipotente avasallador y cruel.

No podemos decir que descanse en paz pues sólo dejó de existir pero lo habremos de recordar y seguir disfrutando a través del múltiple material que dejó grabado. Aquí una pequeña muestra de su talento. Adiós Maestro.



Si dios existe, que le caiga un rayo a este blog
(Entrada publicada el lunes 17 de septiembre de 2007)

George Carlin
nacido el 12 de Mayo de 1937, comediante, actor y ganador de un Grammy siempre aborda su oratoria con irreverencia. Es un experto en temas tabú: religión, sexo, política, etc. En estos tiempos se ha dedicado a criticar la cultura contemporánea estadounidense y ha formado una increíble trayectoria, grabando discos, grabando películas, escribiendo libros, y actuando en televisión.

Aunque nació y se formó como católico es Ateo, de hecho en manera de burla inventó la religión FrisbeeTarianism, que según su doctrina, cuando uno muere el alma se va a una azotea y es imposible obtenerla de regreso, una sátira al dogma católico de la asunción.


Empezando la semana, nada como el humor inteligente. A través de una rutina hilarante, George Carlin aborda asuntos de fondo. Se van a reír.



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martes, 17 de junio de 2008

Esclavos en Iglesia Católica durante el nazismo.

DPA

MAGUNCIA.- Una abarcadora documentación sobre el empleo de trabajadores esclavos en la Iglesia Católica alemana durante la época nazi se presentó hoy en la ciudad germana de Maguncia.

Con el título "Trabajo Esclavo e Iglesia Católica - de 1939 a 1945", la Conferencia Episcopal Alemana presentó la obra, la más ambiciosa que realizó en las últimas décadas, donde se compilan las investigaciones sobre los trabajadores esclavos y prisioneros de guerra que se emplearon en ese periodo.

El primer estudio pormenorizado sobre el tema documenta el destino de 4.829 trabajadores extranjeros y 1.075 prisioneros de guerra que fueron obligados a realizar diversas labores en organizaciones dependientes de la Iglesia Católica.


La documentación presentada hoy no implica de ningún modo "un punto final para el trabajo de reconciliación", dijo al respecto el obispo de Maguncia, el cardenal Karl Lehmann, que hasta febrero presidió la Conferencia Episcopal Alemana.


La obra, que suma más de 700 páginas, no debe entenderse tampoco como un "balance definitivo" del papel de la Iglesia durante el nazismo, agregó el prelado. "Se trata más bien de un nuevo y muy importante pilar del trabajo de reconciliación de los cristianos en Alemania y Europa", concluyó.

Durante la Segunda Guerra Mundial y bajo el nazismo, millones de prisioneros de guerra y desplazados de los territorios ocupados por Alemania, sobre todo en el este europeo y en especial de Polonia y la extinta Unión Soviética, fueron obligados a trabajar para la industria.

Pero también la Iglesia se benefició de la mano de aquella obra gratuita.
Para el estudio se indagaron, desde el año 2000, múltiples archivos de la Iglesia que se encontraban en hospitales, casas parroquiales, asilos de ancianos y de huérfanos y otras dependencias católicas.

Para poder financiar indemnizaciones para los afectados que sobrevivieron, la Iglesia creó, medio siglo después, a partir del 2000, un fondo dotado de unos 2,5 millones de euros (3,9 millones de dólares).

(Enlace a la nota original)

domingo, 8 de junio de 2008

Lo dirás de chía pero es de horchata

Alfonso Romero Hernández
Escritor - Permanente


Para nuestros amigos allende nuestras fronteras (México), el aforismo que titula esta entrada hace referencia a la chía y la horchata, dos sabores de aguas frescas muy comunes en nuestro País y expresa aquello que se dice en broma pero tiene fuerte sustento en la realidad. En este video que hoy compartimos podemos apreciar la hipocresía producto de la absurda postura que la superstición religiosa organizada conocida como "iglesia católica" provoca entre sus integrantes respecto de la sexualidad. Diviértanse.





martes, 3 de junio de 2008

(II) A PROPÓSITO DE EL GALLO HUIDO DE D.H. LAWRENCE

Mario Alberto Sánchez Carbajal
Escritor - Colaborador


II

“Estaba solo, y, como había muerto, se hallaba incluso más allá de la soledad”, continúa el cuento de El gallo huido de D.H. Lawrence. Cristo baja por la pendiente rocosa y se aleja hacia el lado opuesto de la ciudad alzada a sus espaldas. Anda por un camino que se adorna en sus costados con olivos, anémonas y hierba verde, espesa.

Aquí nos detendremos para considerar qué significado podrían apuntar estos símbolos como apoyos de la historia. Los olivos en dos de sus múltiples acepciones: caridad y protección pacífica; y ambos elementos jugaran en la historia un poco después, cuando Jesús se encuentra con el campesino. Por otro lado, las anémonas aparecen comúnmente como representación del dolor, lo efímero, la enfermedad, la pena, la muerte; aparecen con frecuencia entre las gotas de sangre caídas del cuerpo de Cristo, estos elementos entonces, la mayoría pertenecientes al sufrimiento, recalcan el dolor que el personaje encarna. Asimismo la sangre caída del cuerpo refuerza aquella imagen antes mencionada y grotesca del Cristo sangrante, llevada hacia lo estético a partir de la belleza que de la imagen de una anémona se desprende. El verde de la hierba simboliza la esperanza, el futuro, el azar, lo imprevisto, la mujer en promesa; todas pertenecen a una sensación de incertidumbre de quien se levanta de la muerte y deja “lo atrasado en el pasado”, para abrirse camino hacia aquello que no se sabe. Sin embargo, el símbolo más importante es el de la mujer en promesa, pues esto apunta hacia el erotismo, la unión de dos cuerpos, el amor carnal, obligado en Lawrence, de aquello que vendrá mucho más adelante.

Ya hecho el apuntalamiento de estas pistas importantes que fungen como elementos imprescindibles del cuento, la anécdota sigue y Cristo se percata de lo que lo rodea, de “[…] el mundo natural de la mañana y la tarde, por siempre inmortal, en donde él había muerto.” Y sigue andando aletargado, semiconsciente, como una sombra que pasa haciendo equilibrio sobre la cuerda que divide la vida de la muerte.

Cristo escucha un cacareo y se estremece. Ve a un gallo negro y naranja posado sobre una rama. Mira a un campesino correr entre la hierba persiguiendo al gallo. El hombre pide a Cristo que detenga al animal, a su gallo huido, y él muerto extiende el sudario que lo cubre, como un par de alas. EL gallo cae y el campesino se arroja sobre él para levantarlo, lo alza y lo aprieta contra su costado, bajo el brazo, mientras lo acaricia con la otra mano. Finalmente el campesino reacciona y queda boquiabierto ante la imagen terrible del rostro muerto, los ojos muertos, las cicatrices aterradoras en la frente de Jesús: “No temas —le dijo el hombre envuelto en el sudario—. No estoy muerto. Me bajaron demasiado pronto, así que me he levantado. No obstante, si me descubren, volverán a hacerlo.” Este diálogo es una vuelta, una torsión que transgrede por completo la historia, como historia supuestamente real y también ficticia.

Pues Cristo al negar su muerte se está transformando en un ser humano igual a cualquier otro, un hombre que cobardemente escapa de todo aquello que antes había hecho, de esa mala experiencia que fue un error y la cual no está dispuesto a repetir, no quiere sufrir su propio drama una vez más, entonces huye lleno de miedo: “[…] si me descubren, volverán a hacerlo.”, le dice al campesino. Aquí observamos claramente una gran transgresión propuesta por Lawrence, pues Cristo, además de humano abotagado de miedo, está negando toda su doctrina al aceptar que fue un error por el cual no piensa volver a sufrir; al tener tanto miedo es porque se sabe desprotegido del ser supremo, así niega a su padre y a él como hijo enviado para un fin específico, malogrado; y sin estas bases está negando el cristianismo entero, anula su propia doctrina. Y el redentor, magnánimo, sublime, se convierte en un cobarde, en un fugitivo de él mismo, de lo que él provocó al equivocarse.

Y bajo la lógica de este cuento, ¿no será que quien se apega a dicha religión es cobarde porque quien fue su redentor, la máxima del ejemplo, fue cobarde?, ¿será esto lo que Lawrence, entre líneas, propone en cuanto a los que ateridos de miedo creen en un ser supremo?, ¿pues si el hijo tuvo miedo al saberse desprotegido por el padre, yo, siguiendo su ejemplo, no debo tener también miedo del padre y entonces rendirle todo tributo para no despertar en él la ira? Tal vez preguntas al vuelo, pero todas susceptibles de pensarse ante el reto impuesto por un excelente cuento.

Podemos atisbar ya con mayor claridad el porqué el cuento lleva por título El gallo huido. Ya sabemos que el gallo simboliza la resurrección, que el adjetivo nos muestra la cobardía de quien se levanta de la muerte, y lo sabemos porque Lawrence, con maestría, junta ambos elementos en esa acción donde Jesús ayuda al campesino a atrapar al animal que quiere huir, que es un punto cumbre en el cuento y donde el mesías se muestra como un cobarde que nunca murió, que permaneció vivo como todo este tiempo lo estuvo el gallo.

Y el campesino, lleno de miedo frente a la imagen del muerto (Lawrence lo seguirá llamando así, aunque el mismo Cristo haya negado su muerte), le propone ocultarlo en su casa…


lunes, 2 de junio de 2008

Citas Ateas


"Yo condeno el cristianismo, yo formulo contra la iglesia cristiana la mayor acusación que se haya hecho nunca por parte de algún acusador. Ella es, para mí, la mayor de todas las corrupciones imaginables, (...) ella ha negado todos los valores, ha hecho de toda verdad una mentira, de toda rectitud de ánimo, una vileza, (...) yo digo que el cristianismo es la gran maldición, la gran corrupción interior, el gran instinto de venganza, por el el cual ningún medio es demasiado venenoso, secreto, subterráneo, bajo la gran vergüenza eterna de la humanidad(...)."

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