versión móvil

martes, 20 de mayo de 2008

Progresar hacia atrás.

Alfonso Romero Hernández
Escritor - Permanente

El periódico español "El País"en su edición "on line" publicó el pasado día quince un artículo titulado "La decepción de Einstein" en el que da cuenta de una carta hasta ahora desconocida que el científico dirigió al filósofo Erik Gutkind donde expresamente se refiere a la religión, a las religiones, como supersticiones infantiles. A la fecha hay discrepancia sobre el ateísmo del padre de la relatividad porque algunas de sus más célebres frases sobre dios o la religión son o parecen ser ambiguas pero tal parece que esta carta, escrita de su puño y letra y pronto puesta a subasta nos dará la razón a quienes siempre insistimos en el ateísmo de Einstein, como por otro lado no podría ser distinto por parte de cualquier mente pensante e ilustrada.


4 comentarios:

Christian dijo...

Un tema muy interesante. Einstein no creía en un Dios personal a la manera judeo-cristiana, premiador y castigador de buenos y malos, a pesar de su relación con el sionismo.

Él dijo en una ocasión que su Dios era el Dios de Spinoza, un filósofo racionalista que identificaba a Dios con la Naturaleza, con la realidad y con el todo.*

Es curioso como los teístas insisten en hacer pensar que los que no lo somos al final nos daremos cuenta de nuestra equivocación.**

---
* Es de notar que Spinoza define varios tipos de errores; uno de ellos, el teleológico implica creer que el mundo está al servicio del hombre.

A mi modo de ver el Dios judeo-cristiano está ideado a la medida del humano, como cúspide y centro de la creación.

** No faltan los que dicen que Carl Sagan se 'arrepintió' en sus últimos momentos, reconociendo la existencia de un ser superior. Falsedad que fue aclarada por su esposa Ann Druyan (véase el prólogo de Miles de Millones de Carl Sagan).

Mario Sánchez dijo...

El tema de Einstein y la religión es muy interesante, al parecer tuvo muchos problemas por la lucha constante entre su pensamiento científico y sus creencias, hubo veces en que la dificultad de plantear una teoría era parte de tener en la mente el pensamiento de un Dios. Pero, como es evidente, la inteligencia lo hizo superar aquella creencia que sólo logra débiles mentales.

¿Qué hubiese sido de Einstein, de la física, del pensamiento universal, si se hubiese aferrado a Dios?

Heli dijo...

Le va bien el panteísmo. Incluía el término "Dios" como una forma cultural de expresar el cierto orden natural y el misterio. Buen blog :)

iTinnitus - Moderador dijo...

Una gran encrucijada para un científico que se estaba enfrentando a las contradicciones y paradojas de la física cuántica frente a la física tradicional; un científico educado en una tradición judía y exiliado de su país.

La física clásica no chocaba con el dios panteísta que menciona Heli, pues dios era la física y "dios como la física no juega a los dados" pero cuando descubre que hay aspectos de la física aparentemente contradictorios e impredecibles, y como le dijera Niels Bohr: "Einstein, no le diga a Dios qué hacer con sus dados" descubre lo que más adelante afirma Stephen Hopkins, dios no aporta nada y no influye en nada en la física y por lo tanto en el universo y da lo mismo si existe o no. Einstein queda "traicionado" y confundido y es guiado a una locura por dar comienzo a una física que para él era imposible, la física cuántica y sus contradicciones.

Como Teresa de Calcuta, sólo cuando ve que no puede perder nada más se atreve a decir: "Dios no existe".