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jueves, 27 de marzo de 2008

Al César...

Escritor - Permanente

El 23 de enero pasado un menor calló a las aguas del río Santiago en el estado de Jalisco en nuestro País México. No se ahogó pero quedó en coma durante diecinueve días y finalmente falleció debido a los altísimos niveles de contaminación de esas aguas. El gobernador, Emilio Gonzales, reconoció el grave problema pero argumentó la falta de presupuesto para resolverlo. Ese mismo gobernador acaba de donar a la iglesia católica noventa millones de pesos con cargo al erario para la construcción de un "santuario" con el argumento de que se fomentará el turismo. Es una auténtica desgracia padecer mandatarios esclavos de sus creencias irracionales y que a pesar de desempeñarse en un Estado laico como es el nuestro no tienen pudor en malversar fondos públicos para beneficiar a las supersticiones religiosas organizadas a las que pertenecen.

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3 comentarios:

Christian dijo...

¡Qué indignante! Me recuerda al supuesto Osama Bin Laden, que según dice, son una desgracia mayor las caricaturas de Mahoma que la muerte de niños y mujeres. Y la Iglesia Católica ya está acostumbrada a este tipo de incoherencias y corrupción desvergonzada.

Anónimo dijo...

Bueno, ahora que el turismo se incremente en la región, que se aseguren de incluír la tumba del niño en el tour al menos, ¿no? A ver si asi les da un poquito de vergüenza...

Saludos.

Unknown dijo...

pienso que sto es una muestra para aquellos que piensan que la religion en Mexico no hace tanto daño, noticias como esta hacen pensar en las consecuencias de la relacion entre el estado y la iglesia.