versión móvil

jueves, 19 de julio de 2007

"785 mdd de Culpa"

"785 mdd de Culpa"

Manuel J. Jáuregui
18 Jul. 07


Con la venia de los colegas, pero no son 660 millones de dólares los que tendrá que pagar la Arquidiócesis de Los Ángeles a las víctimas de abuso sexual, sino más bien como 785 millones de dólares.

Cierto que el último acuerdo es de 660 millones de dólares, pero olvida mucha gente que previamente a éste hubo uno anterior por 125 millones: sumados, equivalen ambos a una cifra récord, la cual se le dificultará plasmar en un cheque al encubridor Cardenal Roger Mahony.

Sí, Roger Mahony, ese mismo que mandaba a México a los padrecitos pederastas a esconderse de la justicia cuando se metían en problemas allá.

Lo que más molesta a las 508 víctimas de abuso por parte de la gente de Mahony es el patrón de ENCUBRIMIENTO que siguió el ahora Cardenal cuando le caían en el regazo escandalosas instancias de pederastia.

El más notorio caso es el relacionado con el cura Oliver O'Grady, quien abusó de por lo menos 25 niños por más de 20 años y, cuando era descubierto, Mahony simplemente lo cambiaba de posición, pero sin alertar a los padres ni a las autoridades para que protegieran a sus hijos y sin hacer nada por castigar o corregir la conducta desviada de este sujeto abusivo.

Este vergonzoso caso quedó plasmado en un impactante documental galardonado, titulado "Deliver us from Evil" ("Sálvanos del mal") producido por la cineasta laureada, Amy Berg, el cual sigue paso a paso todas las fechorías de este cura (encarcelado siete años, deportado a Irlanda y entrevistado y confeso en el documental) cuyos crímenes repetidos y reiterados en perjuicio de por lo menos 25 niños fueron encubiertos por Mahony y los líderes eclesiásticos de la Iglesia católica norteamericana.

En cada uno de los más de 500 casos que se pretenden solucionar con la reparación del daño pactada y dada a conocer el domingo, hubo algún intento de encubrimiento.

Sólo recientemente, al aflorar todo este escándalo, es que la Diócesis de Los Angeles y Mahony cambiaron de actitud y ahora no sólo reconocen los DELITOS, sino que hasta piden perdón por ellos a sus víctimas.

Sirva este largo preámbulo para entrar al tema que verdaderamente nos interesa: ¿Cuándo habrá en México reconocimiento de abusos, solicitud de perdón y RESTITUCIÓN del daño a las víctimas?

¿O qué en México no se han dado abusos de este tipo?

Usted y yo, amigos, sabemos perfectamente que sí; sin embargo, son muy escasas (si acaso unas tres) las instancias en las que los abusos sexuales por parte de ministros de la Iglesia han sido investigados abierta y debidamente y los culpables exhibidos y castigados.

Si tan sólo en Los Angeles hubo más de 500 víctimas, ¿cuántas hay en todo México?

Aunque fuera sólo una, o una docena, a estas víctimas ni la justicia humana ni la divina les ha pedido perdón y, mucho menos, intentado restituir el daño psíquico que se les causó.

Dista mucho esta situación de ser una moralmente defendible o legalmente justa; sin embargo, es la que tenemos.

Igual que en nuestra vida pública, en la religiosa tenemos opacidad, sigilo y los males que este par sinérgico engendran: la duda y la sospecha.

¿Es inocente o culpable el Padre Marcial Maciel, ex líder de los Legionarios de Cristo, de las acusaciones por supuestos abusos que casi una veintena de ex pupilos denunciaron?

¡A ciencia cierta, nadie sabe ya que, oficialmente, la Iglesia ni lo exoneró ni lo culpó!

La duda imperante ofende y mucho: si el Padre Maciel es inocente, lo ofende grave e injustamente; si acaso es culpable, resultaría su impunidad una afrenta contra las supuestas víctimas, acrecentando el agravio sufrido y despojándolas de la restitución del daño.

¡A otras víctimas les están pidiendo perdón; a ellos, ni siquiera les reconocerían ese status!

Ante este tipo de ambigüedad, poco o nada podrá lograr la Iglesia para reafianzar la fe: ¡ni con misas en latín y autoproclamas de exclusividad!

No hay comentarios.: