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viernes, 20 de julio de 2007

Ingersoll

Un verdadero personaje del Siglo XIX, Robert Green Ingersoll, político y filósofo norteamericano que publicó inumerables trabajos y desarrolló gran número de discursos, puede ser considerado como el primer "Ateo Positivo", un antecedente quizá de lo que ahora llamaríamos (Y nos consideramos) "Ateos Militantes". Aquí, a ciento ocho años de su muerte (mañana)su afamado "Juramento".
Por Alfonso Romero Hernández

EL JURAMENTO DE INGERSOLL


Cuando me convencí de que el Universo es natural, de que todos los espíritus y dioses son mitos, entró en mi cerebro, en mi alma, en cada gota de mi sangre, el sentido, el sentimiento y la alegría de la libertad.

Los muros de mi cárcel se desmoronaron y cayeron, la mazmorra se inundó de luz y todos los obstáculos y barreras y esposas se hicieron polvo. Ya no era más un servidor, un siervo ni un esclavo. No había espacio infinito. ¡Era libre! Libre para pensar, para expresar mis ideas, libre para vivir mi propia idea, libre para vivir por mí mismo y para aquellos a quienes yo amaba, libre para usar todas mis facultades, todos mis sentidos, libre para extender las alas de la imaginación, libre para investigar, para dudar y soñar y esperar, libre para juzgar y determinar por mí mismo, libre para rechazar todos los credos ignorantes y crueles, todos los libros “inspirados” que han producido los salvajes y todas las leyendas bárbaras del pasado, libre de papas y de sacerdotes, libre de todos los “llamados” y “los que se creen elegidos”, libre de los errores santificados y de las mentiras sagradas, libre del miedo al castigo eterno, libre de los monstruos alados de la noche, libre de demonios, fantasmas y dioses. Por primera vez yo era libre.

No había lugares prohibidos en todos los lugares de la mente, no había aire ni alas de colores, no había cadenas para mis miembros ni azotes para mis espaldas, ni fuegos para mi carne, no había enojo ni amenaza del dueño, de inclinarme o adular o arrastrarme ni de proferir palabras mentirosas. Yo era libre. Permanecí enhiesto, y sin temblar, alegremente me encaré con todos los mundos. Y entonces mi corazón se llenó de gratitud, de agradecimiento y quedé enamorado de todos los héroes, de los pensadores que dieron sus vidas por la libertad de sus brazos y su cerebro, pro la libertad de trabajo y de pensamiento, de aquellos que cayeron en los feroces campos de batalla, de aquellos que murieron encadenados en sus mazmorras, de aquellos que ascendieron orgullosamente los peldaños del cadalso, de aquellos cuyos huesos fueron quebrantados, cuya carne fue marcada a fuego y arrancada, de aquellos consumidos por el fuego, de todos los sabios, los buenos, los valientes en todos los países, cuyas ideas y hechos han dado la libertad a los hijos de los hombres.

Y entonces hice el juramento de empuñar la antorcha que aquellos habían llevado y mantenerla en alto, para que su luz pudiera seguir conquistando la oscuridad.


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola. Este texto lo conocí hace años gracias a la Sociedad Mexicana para la investigación Escéptica que estaba o está e Filomeno Mata en el Centro, DF. Lo había perdido y no tenía forma de localizarlo. ¡Qué bueno que lo postearon! Saludos.

Anónimo dijo...

Este texto me ha motivado aún más mi crecimiento, me sorprende la clara coincidencia con mi pensamiento intuitivo. Tantas cavilaciones abstractas que yo tenía, se han aclaro después de leer este fino juramento, muy acertado y muy a tiempo.

Anónimo dijo...

Es muy interesante todo lo q dice, yo no stoy muy metida en eso d la religion pero si creo en dios y yo no pienso q por creer en el ya no sea libre al contrario yo soy igual d libre q cualquiera q no cree... es subjetivo... tal vez haya gente q no sea libre y crea en dios pero tamb habra gente q no crea y tampoco lo sea .

Anónimo dijo...

La libertad nace con el conocimiento de las cosas que nos atan, para asi poder desprendernos de ellas, pues de otra manera no sabremos de que nos estamos apartando.
Y esa libertad que nace de decidir que ....
el Universo es natural....
es tambien muestra de fe, si creo que el universo es natural y no importa como se inicio todo, ya estoy limitando mi naturaleza humana por el conocimiento.